lunes, 7 de mayo de 2012

Moxenas, maestro de gaiteros

A esquerda Nazario González Iglesias, «MOXENAS»
de Sárdoma - Vigo - PONTEVEDRA (1934-1995)

Moxenas, maestro de gaiteros 

 Domingo 06 de mayo de 2012 Faro de Vigo.

Autor:  Javier Mosquera

Nazario González fue además poeta popular, compositor y figura irrepetible de la música popular gallega

 





Nazario González, nacido en la parroquia de Sárdoma, se inició de niño en el mundillo de la gaita y a ella le dedicó toda su vida, siendo gaitero famoso y maestro de gaiteros. Poeta popular y compositor, destacó también por su clara vocación docente que le llevó a fundar numerosos grupos a lo largo de toda su vida. Trabajó en Barreras, emigró a Alemania, fue taxista y monitor de autoescuela y se dedicó a otras muchas actividades como criar perros afganos, peces tropicales o canarios cantores. Falleció prematuramente y su entierro se convirtió en un multitudinario homenaje. Fue nombrado Vigués Distinguido en 1991 y el Concello le dedicó una calle. 

 

JAVIER MOSQUERA A Nazario González, el alcume de Moxenas le vino de su bisabuelo, que era limpiachimeneas y la vocación por la música desde muy temprano, pues ya con siete años dio los primeros pasos en el mundillo de la gaita de la mano de Xosé Barcia Couto más conocido como "Pepe O Coxo", un gaitero paralítico que recorría Vigo en su silla de ruedas tocando por las fiestas.
En 1978 creó con Xosé Manuel Fernández Costas el grupo Muxicas a partir de Lembranzas Galegas, que ensayaban en las instalaciones de los Franciscanos en el Barrio del Cura. Muxicas estaba formado por dos gaitas, tamboril, bombo y pandereta. Este nuevo quinteto revolucionó la música tradicional gallega, tanto por lo innovador de su vestuario como por la importancia concedida a la percusión o su labor de animación, promoviendo los festivales folklóricos de invierno.
Señalan sus biógrafos que el quinteto Muxicas "supuso también para Moxenas el inicio de su trabajo como compositor, inventor de melodías prefería decir él, un importantísimo trabajo creativo de casi setenta piezas, al tiempo que una dignificación de la gaita y una reivindicación del papel gaitero y de nuestra música tradicional".

Perfeccionista
Reconocen sus hijas que "en ocasiones su perfeccionismo resultaba exasperante... Cuando compraba palletas nuevas para los punteros de sus gaitas, hasta que sonaban como quería, podía pasarse varias horas ajustándolas... y, a la hora de afinar los instrumentos, cuando todo el mundo creía que estaban perfectamente, él todavía le daba unas cuantas vueltas más"...
En días de mucho calor o humedad, que afectaban al sonido de las gaitas, algunos ensayos de su grupo, Muxicas, los dedicaba por entero a "pelearse" con la afinación, llegando a marcharse enfadado, sin ensayar ni una sola obra...
Señala Manuel Bragado que a Moxenas le gustaba cobijarse al amparo del pino manso de San Roque, el espacio preferido, también, de sus queridos Morenos de Lavadores, hablar con la gente en las tascas y recorrer lentamente la ciudad, "siempre le recordaré caminando por Torrecedeira, donde vivió los últimos anos de su vida, experiencia humana que recogió en sus poemas y en sus piezas de gaita, donde desgrana la memoria del Vigo popular."
Moxenas es una figura irrepetible en la música popular gallega y no solo por el dominio de la gaita en toda su dimensión, sino por su clara vocación docente que le llevó a tener numerosos seguidores y discípulos. Además de fundar numerosos grupos, a lo largo de su vida participó y colaboró con la mayoría de las agrupaciones musicales de la zona de Vigo.

Otras facetas
La misma sensibilidad que tenía para tocar la gaita, la demostró en otras facetas... "No se le ponía nada por delante. Cuando se le metía algo en la cabeza no paraba... Desde escribir poesía, que es una faceta suya desconocida para mucha gente, o como fotógrafo aficionado... acabó revelando y positivando sus propias fotos que, por cierto, eran de gran calidad. Crió perros afganos, peces tropicales, canarios cantores"...

Se cuentan de él numerosas anécdotas. Su mujer emigró a Alemania a trabajar y, tiempo después, él consiguió también un trabajo allí ... compró un libro de esos que garantizaba hablar alemán en 100 días y después de 3 meses, decidió que ya dominaba el idioma. Y para demostrárselo a su mujer, la invitó a tomar unos helados en una cafetería... se sentaron y se los pidió al camarero, con su pronunciación perfecta... al poco tiempo, le sirvieron dos raciones de pollo asado...

Era el alma de las fiestas familiares. Sus vecinos acudían encantados porque era muy simpático y le encantaba cantar y acompañar con todo tipo de instrumentos, en las sobremesas...

Tuvo cinco hijos, dos ya fallecidos, que lo consideraron siempre "una persona muy cariñosa y muy graciosa, siempre te hacía reír. No hemos conocido una persona a la que le haya sido tan fácil hacer amigos, los tenía por todas partes."

Su dedicación le valió el reconocimiento de cuantos trabajaron junto a él y el homenaje de la ciudad, que le nombró Vigués Distinguido. Unos meses antes de su muerte, la federación vecinal le rindió un homenaje que tuvo lugar en el auditorio de la asociación de Castrelos.
Fallecido prematuramente a los sesenta y un años, su entierro se convirtió en un multitudinario homenaje. Las flores no cabían en el tanatorio y hubo que habilitar otros dos coches, para llevar hasta el cementerio de Sárdoma las que no entraron en el coche fúnebre.

Nació en el barrio de Outeiro, en Sárdoma.
A los once años entró a formar parte del grupo "Os Chavales" de Sárdoma, pasando más tarde a "Os Peruchos". Después del servicio militar entró a trabajar en el astillero Hijos de J. Barreras como aprendiz electricista, que simultaneaba como componente de "Airiños do Monte" de Sampaio, y "Vento das Cíes", grupo dirigido por Melitón.

A principio de los años sesenta emigró a Alemania, lo que durante una década le alejaría de la gaita.
A la vuelta, trabajó tres años como taxista y más tarde como monitor de autoescuela en O Calvario, actividad que compaginaría con la de maestro de gaita en diferentes centros culturales de Vigo y su comarca.

La federación vecinal dio a su grupo de música tradicional el nombre de Moxenas. Fue Vigués Distinguido en 1991 y el Concello le dedicó una calle.

 http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2012/05/06/moxenas-maestro-gaiteros/646419.html

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